Si vas de prisa
El tiempo volará ante ti como una
Mariposa esquiva.
Si vas despacio
El tiempo irá detrás de ti,
Como un buey manso.
Juan Ramón
Jiménez
Si vas de prisa
El tiempo volará ante ti como una
Mariposa esquiva.
Si vas despacio
El tiempo irá detrás de ti,
Como un buey manso.
Juan Ramón
Jiménez
La culpa non é do tempo,
é da súa medición
a culpa non é do intento,
é da súa perversión.
Del poema-canción "A lírica do silencio", del cantautor gallego Xavier Díaz, en su último CD compartido Acadacanto)
en defensa del cardo y de la ortiga,
en defensa del burro y su rebuzno
y de su condición intrascendente,
a favor de los bosques y su antiguo
modo de ser, a favor de la piedra
que el misterio cubrió de oscuro musgo,
para que vivan peces en las aguas,
pájaros en el aire, rododendros
en los jardines, luces en la noche,
y los hombres se olviden de la prisa
con que van a la nada y no se enteran,
víctimas de un progreso forajido,
para que todo cobre otro sentido,
una vez asumido el sinsentido
que es todo, y concentrados en su paso
veamos sin dolor pasar el tiempo
y vivamos minutos, horas, días,
bocanadas de ser, riqueza única,
para que todo vuelva a ser sí mismo,
lo que pasó, lo que es, lo que perdura,
lo que no deja huella de su paso,
para que no dé miedo tener hijos
ni dejar de tenerlos, y el amor
vuelva a ser verdadero, vuelva a ser,
para poder tomar el sol y el aire
y sentarse en la hierba con la gente
y ponerse a charlar largo y tendido,
a favor del cansancio y del descanso,
a favor de los ciclos naturales
y de la rebeldía ante los ciclos,
por los colores y por los sonidos,
por los gustos, los tactos, los olores,
por el juego y el sueño, y los amigos,
en defensa de lo que se ha perdido,
de la paz verdadera, del sosiego,
de la palabra limpia…y del silencio.
(Jesús Munárriz, 1940, del libro de poemas Esos tus ojos, 1981))
¡No corras, ve despacio,
que adonde tienes que ir es a ti solo!
¡Ve despacio, no corras,
que el niño de tu yo, recién nacido
eterno,
no te puede seguir!
Juan Ramón
Jiménez
Eternidades. 1918
Has de tomar tan en serio el vivir
que a los setenta años, por ejemplo,
si fuera necesario plantarías olivos
sin pensar que algún día serán para tus hijos;
debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,
no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,
sino porque vivir es tu tarea.
Nazim Hickmet